Yolanda Seva, Alcaldesa de Santa Pola, en el discurso inicial de su mandato manifestó las siguientes palabras: “.. nos negamos rotundamente a volver a escuchar al pueblo que Santa Pola está muerta. Tenemos que tomar ya decisiones, no podemos permitirnos más retraso ..”. No podía ser más premonitoria de lo que precisamente iban a conseguir para nuestro querido pueblo. Existe un dicho popular que nos dice “entre todas la mataron y ella sola se murió” que extrapolado a lo que está aconteciendo actualmente en Santa Pola podríamos decir “entre todos los concejales del equipo de gobierno (más los dos tránsfugas) mataron el centro de Santa Pola y él solito se murió”. Es increíble, pero cierta, la falta total de actividad comercial del centro de Santa Pola. Si en una nota de prensa anterior calificamos al actual equipo de gobierno como “Atila”, quizás nos quedamos cortos. Cuando hayan cerrado la gran mayoría de los negocios del centro de Santa Pola (ya se están cerrando paulatinamente), a ver qué medidas habrá que adoptar para volver a dar vida a nuestro centro histórico y comercial.

Realmente no se puede gestionar peor los intereses de un municipio, los intereses de los santapoleros y santapoleras, con un “Plan de Humanización” que ha deshumanizado el centro beneficiando a determinadas grandes superficies que se han implantado en el extrarradio de la localidad. Lamentable ahora, a un número importante de personas (en especial las que viven en Santa Pola del Este y Playa Lissa) es mucho más cómodo realizar las compras en dichas grandes superficies, con amplias zonas de aparcamiento, que intentar hacer las compras en el centro de Santa Pola, donde no se puede acceder con el coche y donde se ha restringió de forma importante el aparcamiento; de hecho dejar el coche aparcado por la zona centro es un gran quebradero de cabeza. De locos. Estarán orgullosos de su obra, en especial los impulsores de la misma, los concejales tránsfugas Don Ignacio y Don Francisco Soler. Pero no son menos corresponsables los miembros de Esquerra Unida, de Si Se Puede Santa Pola y en especial los miembros de Compromís cuya actitud en principio poco beligerante no debe hacernos olvidar que son miembros del Equipo de Gobierno y copartícipes de todas las incorrectas e incongruentes decisiones del mismo. Y sin olvidar la actitud de la alcaldesa y su partido que aplaude, jalea y apoya incondicionalmente las ocurrencias de los concejales tránsfugas. Qué caro nos está costando el sillón de alcaldía a todos los santapoleros y santapoleras.

Pero la Sra. Seva no contenta con alentar el Plan de Humanización, de apoyarlo, de defenderlo no ha entendido el sentir de las personas afectadas que expresan su enfado en las redes sociales a las que es tan adicta nuestra insigne alcaldesa. El pueblo de Santa Pola ya ha percibido la actitud de la misma con las personas que no comulgan con sus decisiones erróneas, más bien nefastas para la economía local. En redes sociales han calificado el “Plan de Humanización” como “Plan de Desertización”, calificativo que no puede ser más revelador de lo que está aconteciendo en nuestro pueblo, sin gente paseando por el centro, con negocios que cierran ante la falta de clientes y con una sensación real de dejadez y falta de apoyo institucional. Esto no beneficia a nadie, ni a los comerciantes, ni a los visitantes, ni al resto del pueblo. Es más, perjudica gravemente la creación de empleo porque ¿quién se va a atrever a abrir un negocio abierto al público si lo que no hay es precisamente público? No olvidemos que el 80 por ciento del empleo en Santa Pola lo genera el sector comercial y la pequeña empresa.

Los que venían a arreglar Santa Pola porque según el Partido Popular la había dejado “moribunda” ahora resulta que con sus acciones y nefasta gestión la han dejado como un erial, sin negocios, sin gente… sin vida.

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